Dos buenos toros y tres toreros dispuestos en la primera de Fallas.

Foto. Enrique Iranzo

Interesante corrida de toros la vivida ayer en Valencia, con una terna compuesta por tres toreros dispuestos a aprovechar las pocas oportunidades de que disponen, y con dos grandes toros de Adolfo Martín, el tercero y el quinto, que se llevó la ovación del público a su salida por su magnífica estampa.

José Calvo pechó con el peor lote de la tarde.  El primero, un toro reservón y parado, estuvo siempre pendiente de lo que se dejaba atrás, mirando continuamente al torero, el cual aguantó con quietud esas miradas y parones.

El segundo toro, igual que su anterior, un toro que no terminó nunca de embestir, y que cogió en dos ocasiones al torero, afortunadamente sin consecuencias, aunque tuvo que ser atendido en la enfermería tras la tremenda paliza.  Pudo volver al callejón con varetazos y magulladuras, aunque a buen seguro, lo que más le dolió a Calvo es no haber podido romper una buena faena que le de la posibilidad de entrar de una vez por todas en las ferias.

Javier Castaño tuvo también un primer toro complicado, pero en su segundo, un toro más templado, que embestía bien por abajo, pudo demostrar que atraviesa un buen momento, y pudo sacarle muletazos de gran valor, que le valieron para cortar una merecida oreja.

David Esteve, el otro torero valenciano, tras tres años sin torear en la Plaza de Toros de Valencia, y tras forjarse como torero en tierras americanas, volvía a Valencia con la ilusión y la intención de demostrar su maduración como torero.

Empezó la tarde de cara, con un gran toro de Adolfo, con las características típicas de la ganadería, humillando hasta arrastrar el moro por la arena valenciana, y al que el torero pudo sacar bellos y templados muletazos.  Cortó una oreja.  En su segundo cambió la suerte, y salió un toro noblote, aunque reservón y sin gracia, privando al torero de rematar una tarde que empezó de dulce.

Enrique Iranzo.